Autor: Francis Scott Fitzgerald
Año: 1931
Fragmento:
"-¿Y dónde está el señor Campbell? -preguntó Charlie.
-Se ha ido a Suiza. El señor Campbell está bastante enfermo, señor Wales.
-Lo lamento. ¿Y George Hardt? -preguntó Charlie.
-Ha vuelto a Estados Unidos, a trabajar.
-¿Y dónde está el Pájaro de las Nieves?
-Estuvo aquí la semana pasada. De todas maneras, su amigo, el señor Schaeffer, está en París.
Dos nombres conocidos entre la larga lista de hacía año y medio. Charlie garabateó una dirección en su libreta y arrancó la página.
-Si ve al señor Schaeffer, dele esto -dijo-. Es la dirección de mi cuñado. Todavía no tengo hotel.
La verdad es que no sentía demasiada decepción por encontrar París tan vacío. Pero el silencio en el bar del hotel Ritz resultaba extraño, portentoso. Ya no era un bar norteamericano: Charlie lo encontraba demasiado encopetado; ya no se sentía allí como en su casa. El bar había vuelto a ser francés. Había notado el silencio desde el momento en que se bajó del taxi y vio al portero, que a aquellas horas solía estar inmerso en una actividad frenética, charlando con un "chasseur" junto a la puerta de servicio." Volver a Babilonia, Francis Scott Fitzgerald
-Se ha ido a Suiza. El señor Campbell está bastante enfermo, señor Wales.
-Lo lamento. ¿Y George Hardt? -preguntó Charlie.
-Ha vuelto a Estados Unidos, a trabajar.
-¿Y dónde está el Pájaro de las Nieves?
-Estuvo aquí la semana pasada. De todas maneras, su amigo, el señor Schaeffer, está en París.
Dos nombres conocidos entre la larga lista de hacía año y medio. Charlie garabateó una dirección en su libreta y arrancó la página.
-Si ve al señor Schaeffer, dele esto -dijo-. Es la dirección de mi cuñado. Todavía no tengo hotel.
La verdad es que no sentía demasiada decepción por encontrar París tan vacío. Pero el silencio en el bar del hotel Ritz resultaba extraño, portentoso. Ya no era un bar norteamericano: Charlie lo encontraba demasiado encopetado; ya no se sentía allí como en su casa. El bar había vuelto a ser francés. Había notado el silencio desde el momento en que se bajó del taxi y vio al portero, que a aquellas horas solía estar inmerso en una actividad frenética, charlando con un "chasseur" junto a la puerta de servicio." Volver a Babilonia, Francis Scott Fitzgerald
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